Las enfermedades crónicas propias de la vejez, han situado a la familia actual en una situación problemática para atender a sus mayores. Con la nueva estructura nuclear y la incorporación de la mujer al mundo laboral, se impone la necesidad de abordar estas temáticas de forma distinta a otras épocas. Siempre va a existir un cuidador (a) principal sobre la cual recae todo el peso de la atención del adulto mayor con una dedicación total y sin días o noches festivos. El pensamiento que se tenga de la enfermedad, las emociones que desencadene y los recursos a prueba para afrontarla, modificarán la situación de la persona adulta mayor y la del cuidador (a) principal. Por esta razón con frecuencia se presentan en los cuidadores (as) síntomas de cansancio físico, agotamiento emocional y sentimientos de culpabilidad que desgastan sus capacidades y repercuten negativamente en la salud de las personas implicadas. A esto se le conoce como Síndrome de la persona Cuidadora
Factores que influyen en la aparición del Síndrome del Cuidador
Sobrecarga del cuidador
Alteración de la rutina diaria
Deterioro de la economía
Aislamiento progresivo
Falta de información de la enfermedad y los cuidados de la persona Adulta Mayor
Sumisión ante las demandas del enfermo
La Soledad, relacionada con el cuidado de la persona adulta mayor y de su propia vida
El vínculo emocional que se tiene con la persona adulta mayor a la que se cuida
La condición de salud del enfermo
Síntomas
Pérdida de energía, fatiga crónica
Aislamiento progresivo
Consumo excesivo de sustancias como el alcohol, café, tabaco, etc
Problemas del sueño
Problemas físicos como dolores musculares y dolencias estomacales
Problemas de memoria y dificultad para concentrarse
Menor interés por personas o cosas que antes le interesaban
Alteraciones en el apetito
Enfadarse fácilmente
Dar demasiada importancia a pequeños detalles
Cambios constantes en el estado de ánimo
Conductas depresivas o nerviosas
Reglas para el autocuidado
Obtenga toda la información que necesite en cuanto al cuidado de la persona adulta mayor
Involucre al resto de la familia, amigos y vecinos en el cuidado y coordine el cuidado
Comunique al resto de la familia sus sentimientos y temores
Preocúpese por su propia salud mental y física. Recuerde que usted debe estar bien para cuidar a la persona adulta mayor
No se aísle, mantenga las relaciones sociales que pueda y recuerde que tiene derecho a una vida propia
Busque ayuda profesional cuando lo necesite
Trate de alimentarse equilibradamente y con un horario de comidas
Procure practicar alguna actividad física
Trate de descansar cada día lo suficiente
Evite el consumo de alcohol, café y otros estimulantes
Vigile su estado emocional con el fin de enfrentar el estrés, la ansiedad, la depresión u otro sentimiento de que moleste
La demencia no solamente afecta al enfermo sino a toda la familia. El estrés personal y emocional de cuidar a una persona es enorme y UD. debe planear la manera de manejar la enfermedad en el futuro. El comprender sus propias emociones le ayudará a manejar satisfactoriamente los problemas de la persona y los suyos.