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Proceso de Duelo

El duelo es la reacción normal tras la muerte de un ser querido. Un proceso más o menos largo y doloroso de adaptación a  la nueva situación y estresante de primera magnitud que hemos de afrontar todos los seres humanos. Manejar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta.  La intensidad y duración del duelo depende de muchos factores: tipo de muerte (esperada o    repentina, apacible o violenta..), la intensidad de la unión con el fallecido, las características de la relación con la persona perdida (dependencia, conflictos, ambivalencia...), de la edad, etc. La duración del duelo por la muerte de una persona muy querida oscila entre 1 y 3 años.
 “Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos”.

Reacciones habituales después de la muerte de un ser querido

Negación / incredulidad: Piensas y actúas como si tu ser querido continuara vivo. Necesitas tiempo.
Insensibilidad: Nada parece real, te sientes embotado(a), como un autómata, incapaz de reaccionar.
Enojo /rabia /resentimiento:  ¿Estás rabioso(a) contra todos y contra todo. El resentimiento forma parte de tu dolor y es algo normal.  A medida que tu dolor se vaya calmando irá disminuyendo.
Tristeza: La tristeza es el sentimiento más común. Puede tener muchas expresiones: llanto, pena, melancolía, nostalgia. Date permiso para estar triste, para llorar.
Miedo / angustia: Te sientes inquieto/a, confuso/a. Tienes miedo de volverte loco/a. Estos sentimientos tan intensos y tan desagradables son naturales.
Culpa / autorreproches: El pasado no puede cambiarse y ya tienes bastante sufrimiento como para castigarte de esta manera. No olvides de hacer también una lista con todo lo que hiciste por tu ser querido.
Soledad: Son tantas cosas vividas y compartidas juntos  que vas a necesitar tiempo para aprender y acostumbrarte a estar sin él o ella.

Alivio: El final de una larga y dolorosa enfermedad o relación se pueden vivir con una sensación de alivio y descanso. 
Sensación de oír o ver al fallecido: Son sensaciones pasajeras absolutamente normales después del fallecimiento de una persona querida.
Ambivalencia / cambios de humor: Puedes estar tranquilo/a en un momento dado y alborotado/a en el instante siguiente. Los sentimientos pueden ser cambiantes y contradictorios.

Ayudando al amigo que está de duelo

  • Escuche. Esté presente, sin pensar que tiene que dar consejos constantemente, o estar levantando el ánimo.
  • Deje que su amigo llore.
  • Comparta recuerdos de la persona que falleció.
  • Evite decir: “entiendo cómo te sientes”.
  • Visite, llame y escriba regularmente.
  • Ofrezca apoyo, pero deje que la persona que sufre tome sus propias decisiones.
  • Acepte los cambios que verá en su amigo. La pena por duelo puede causar altas y bajas emocionales. Rece por su amigo.

Diez pasos hacia la recuperación
Para ayudarse a sí mismo en un momento tan difícil, tenga presente lo siguiente:


1.  Tómese el tiempo que necesite para sentir pena, y para recuperarse.
2.  Permita que sus seres queridos sepan cómo se siente.
3.  Hable con alguien que ha pasado por una experiencia semejante. Considere recurrir a un grupo de apoyo.
4.  Escribir notas diariamente puede ser una buena válvula de escape.
5.  Sea bondadoso consigo mismo. Aliméntese y haga ejercicio. La actividad física alivia el estrés.
6.  No se permita a sí mismo colocarse en un pedestal, por la admiración que otros tengan de su valentía.

7.  Lea, infórmese sobre la pena y el duelo. Los profesionales, y quienes han pasado por una experiencia similar, tienen mucho que enseñar.
8.  El momento más difícil puede presentarse a los seis meses del fallecimiento, cuando los demás comiencen a pensar que usted ya debe haberse recuperado.
9.  Trate de ayudar a los demás. Eso es bueno para no pensar demasiado en sí mismo.
10. Rece. Dios está con usted en su dolor y su soledad le dará fuerzas para seguir adelante.

Alain Giacchi Vivir la perdida . com
www.vivirlaperdida.com/queselduelo.htm.

“Nadie puede explicarnos el dolor, su ilimitado alcance ni sus profundidades enigmáticas. Nadie nos puede describir el vacío que deja en el mismo centro de nuestro ser, ese vacío que nada lo llena”.
—Ruth Coughlin, “En vida... Una de las razones por las cuales nos resulta tan dolorosa la muerte de una persona cercana, es por la cantidad de cosas que quedan sin decirse; por la cantidad de sentimientos que hubiéramos querido haber expresado, pero nunca nos atrevimos a decirlos; por la cantidad de cosas que hubiéramos querido haber oído y nunca nos dijeron; por la cantidad de momentos valiosos que se fueron por el sifón; por la cantidad de caricias que se nos quedaron enredadas en los dedos... Sin embargo, cuando nos encontramos con los vivos, callamos, aplazamos... Somos nosotros quienes nos disolvemos, en nuestras propias brumas, en los días no vividos. “
Gustavo Wilches- Chaux