Cuidadores

Establezca rutinas diarias: Esto le ayuda a usted y a su persona de cuidado a saber que debe hacer cada día y en cada momento. Mientras más se repitan las actividades más fácil será para la persona con Deterioro Cognitivo ajustarse al plan de cada día, aprendérselo y colaborar.
Mantenga su tiempo libre: Intente tener momentos durante la semana en que pueda a su persona de cuidado con alguien más de la familia o un cuidador contratado. Ponga estos ratos libres dentro del horario de cada semana y aprovéchelos para tener intimidad y descansar.
Mantenga la independencia de su persona de cuidado. Déjelo que haga cuanto sea capaz de hacer (doblar ropa, barrer, lavar platos, tender su cama…) Siempre con un poco de supervisión. Esto mejora la autoestima de los pacientes, les mantiene activos, funciona como terapia y disminuye la carga sobre el cuidador.
Mantenga la dignidad de la persona. A pesar de estar enfermos, los pacientes siguen siendo seres humanos que sienten, escuchan y pueden tener momentos de lucidez. Háblele como a un adulto a quien usted quiere y respeta. Si tiene que corregirlo hágalo con rigor pero con amor.
Evite discusiones: Los pacientes con demencia tienen problemas para interpretar lo que uno les dice y a veces imaginan cosas en su contra. Siempre que pueda evitar una discusión inténtelo, cambie el tema, déjelo un rato solo, cuente hasta diez y piense que está enfermo antes de sentirse herido o responder de forma grosera.
Simplifique sus tareas: No le ofrezca muchas posibilidades para elegir. Dos mudadas de ropa, dos platos de comida diferentes, en general con lenguaje sencillo y pocas palabras. Que pueda responder con sí o no. “Sea conciso, concreto y directo”

Conserve el buen humor: Al estar en contacto con el enfermo ríase con él, no de él. Hagan juegos juntos, léale cuentos o novelas sencillas, llévelo a sus actividades de esparcimiento. Por ejemplo entre usted a un curso de manualidades y lleve a su persona de cuidado de acompañante.
Tenga los mínimos muebles y adornos que necesite: El enfermo poco a poco pierde coordinación física, esto aumentas posibilidades de lesionarse con muebles y objetos trate de mantener su casa libre de objetos y muebles innecesarios.
Estimule las actividades físicas. Vaya a la pulpería o al supermercado con él, salga a caminar cada día, llévelo cuando hace sus mandados. Intente hacerlo 2 veces al día y mejorará la salud de ambos.
Aproveche las capacidades de la persona: Permítale mantenga las tareas que realizaba antes, cuidar las plantas, bañar al perro, tender la cama, ducharse, vestirse, todo con supervisión, pero pensando que esto es importante para elevar su autoestima y dignidad.
Mantenga la comunicación y los cariños: A medida que la demencia progresa, la comunicación entre el cuidador y el paciente puede irse poniendo más difícil. Hable claro, despacio y fuerte. Asegurese de que los lentes o el audífono de la persona sirvan. Procure tener la atención de la persona antes de hablarle. Demuéstrele su cariño con abrazos. Trate de entender el lenguaje del paciente, intente no repetirle “¿qué dijo?, ¿qué?”
Utilice auxiliares para la memoria: Por ejemplo etiquetas de colores en las puertas, tener a mano y un calendario, o exhibir fotos grandes con los nombres de los familiares para que la persona los reconozca.

Recomendaciones para los cuidadores de personas con deterioro cognitivo