Nosotros

La Asociación pro Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología  (APRONAGE)  fue creada para captar recursos de otras fuentes, en efectivo o en especies con autoridad legal para hacerlo. Esta tipo de asociación consiste en una Junta Directiva que trabaja ad honorem. La oficina de maneja eficientemente tanto el flujo de donaciones como una serie de programas que benefician también a la población que atiende el Hospital. No tiene la potestad de desviar recursos a otros destinos. La Asociación pro Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología se estableció en 1993, cuando el Hospital tenía diecisiete años de funcionar como hospital geriátrico. Originalmente había sido creado para albergar enfermos de tuberculosis; se decidió cambiarle la función cuando se descubrió cura para la tuberculosis a principios de los años setenta. En ese momento dejó de recibir pacientes nuevos y se limitó a atender a los que ya estaban internados en él. Pocos años después empezó con sus nuevas funciones, haciéndose cargo también de los últimos enfermos tuberculosos que todavía albergaba.

Hoy en día, como en todo el mundo, el problema de la tuberculosis ha vuelto a recrudecer. El Hospital Geriátrico recibe la cuota que le corresponde de enfermos tuberculosos mayores de sesenta años. Los demás enfermos de tuberculosis del país son atendidos por los otros hospitales estatales. La Asociación capta y canaliza pues todas las donaciones que se le hacen al Hospital. El principal donante con que cuenta en este momento es la Junta de Protección Social. La Junta de Protección Social tiene a cargo la única lotería legal de Costa Rica y reparte las ganancias que percibe de esta fuente entre unas trescientas cincuenta dependencias del Estado a cargo de la labor social: hospitales, hogares de ancianos, fundaciones, centros diurnos, cementerios, programas de ayuda a los desposeídos, programas de apoyo a las personas con algún tipo de discapacidad, etc. Con ayuda de la Junta de Protección Social, a lo largo de los veinte años que tiene de existencia, la Asociación ha provisto al Hospital de una cantidad importante de equipo médico y mejoras a la infraestructura.

Por ejemplo, se ha podido acondicionar y equipar las dos salas de cirugía, y se cuenta tanto con un laboratorio clínico apropiado como con un servicio adecuado de imágenes médicas. Fuera de la ayuda que canaliza la Asociación proveniente de la Junta de Protección Social, la Asociación canaliza a veces donaciones de otras fuentes, algunas de cierta envergadura, como las que ha hecho la Embajada de Japón, que le ha donado varias ambulancias al Hospital. Como se dijo, la Asociación tiene además otros programas. El principal es la soda que tiene a la entrada del Hospital. Con los dineros que produce la soda, se financian proyectos de menor cuantía y se mantienen los demás programas que ofrece.

Los principales en este momento son: un banco de equipo para mejorar la calidad de vida de los pacientes que son dados de alta del Hospital con necesidades especiales; un programa de pañales dirigido exclusivamente a esas personas; la carrera que se corrió este año por primera vez con la intención de que sirva, más que nada, para reforzar la conciencia de las necesidades de los adultos mayores y la importancia de cuidar de ellos e integrarlos en la sociedad. La Asociación proyecta administrar también otros programas, algunos de menor cuantía, como el suministro de prótesis, medias elásticas y anteojos a los pacientes que los requieren.